La ganadería intensiva

LA GANADERÍA INTENSIVA

La ganadería intensiva es una técnica de producción de alimentos útil para el hombre por el máximo rendimiento de la tierra usado y la enorme cantidad de productos obtenidos, pero las desventajas que tienes son tantas que debería ser eliminada.

La ganadería intensiva afecta principalmente a vacas, pollos, cabras, ovejas, caballos y cerdos. Además se aplica a otros animales como conejos, insectos (como las abejas), mulas y burros. Todos estos animales son considerados como mercancías que hay que producir en masa y, para ello, hay que explotarlo al máximo para obtener los máximos beneficios. El ganado que forma parte de la ganadería intensiva vive cercado y recluido en pequeños espacios con poca luz y con humedad, en efecto, la temperatura y la luz se manipulan para que los animales crezcan cuanto antes y la producción sea mayor y más rápida. Cada animal está en un terreno tan reducido que apenas se puede mover y simplemente la comida está siempre colocada a su alcance para que coman siempre y sin esfuerzo en menor tiempo posible.

Muchas personas piensan que la ganadería intensiva tiene más ventajas que desventajas, entonces que se debería continuar con esta. De hecho, tiene vendajes, en primer lugar las personas que se alimentan con la comida producida con esta técnica. En efecto millones de personas cada día no piensan al proceso productivo del alimento que están comiendo y disfrutan un buen plato de carne o huevos o compran una ropa que lleva pelo. En segundo lugar, millón de personas trabajan directa o indirectamente relacionadas con el negocio de la ganadería, así esta se convirtió en uno de los sectores de más rápido crecimiento de la economía agrícola. En tercer lugar, dado que la porción de tierra utilizada para criar animales es muy pequeña, los costos son mucho más bajos que en una granja no intensiva.

Yo creo que estas ventajas no superan las muchas desventajas que tiene este tipo de cría, tanto en los animales, como en el hombre y el medio ambiente. De echo, las técnicas de ahorro de costos a menudo tienen un impacto en la salud y en el bienestar de los animales. La legislación en muchos países y regiones, como la Unión Europea y Nueva Zelanda, reconoce a los animales como “seres sensibles” y no como productos básicos, lo que significa que pueden experimentar emociones, incluso dolor y angustia. Entonces no se acepta que el ganado debe vivir en condiciones extenuantes. Los medios y la sociedad civil todavía informan sobre casos en que los animales son criados en corrales tan apretados por el espacio que, como resultado, significan que crecen hasta quedar cojos o con graves problemas de salud. Problemas causados también por la comida que suele ser especial, de hecho,  para que se desarrollen antes y empiecen a producir en el menor tiempo posible, es enriquecida con anabólicos y, para que no se enfermen, con antibióticos. De consecuencia, en las naciones de ingresos bajos y medianos, 13 enfermedades relacionadas con el ganado que pueden afectar a los humanos causan hasta 2,4 mil millones de casos de enfermedades humanas. También la producción ganadera a gran escala genera una amplia gama de contaminantes que afectan negativamente el agua, el aire y el suelo. Además, esta práctica contribuye a la pérdida de biodiversidad y el cambio climático por los gases emitidos, como el metano y el óxido nitroso. El metano se produce en el estómago de los rumiantes, como las vacas, donde los microbios descomponen la comida que consumen y lo liberan en forma de flatulencias. Las vacas producen este gas considerado el responsable del 25% del calentamiento global actual. 

Cómo conclusión, yo creo que se deberían eliminar al menos la mayor parte de los establecimientos de cría intensiva y investir dinero para criar en lugares más grandes y sin comida mala para los animales, en respecto de los animales y del hombre.

-Sofia Pellegrini