Una vez, en un lugar muy lejano, cuyo nombre no me acuerdo, vivían Anuel y Yanfri. Dos niños
muy extrovertidos y muy divertidos pero a la vez un poco traviesos. Lo único que se sabe de
ellos con seguridad es que no le temían a nada, eran dos chicos muy aventureros y eran
capaces de afrontar situaciones muy complicadas. Yanfri era un chico de piel negra y muy
bajito de altura, además algo muy importante para recalcar es que llevaba siempre en su
bolsillo una gran espada. Por otra parte Anuel, era un chico, con barba y poco pelo. Los dos,
no estaban nada interesados por los estudios, no tenían ni un mínimo interés. Sobre todo en
español, eran nefastos. En la única asignatura en la que eran buenos y mostraban algo de
interés era en educación física, esta asignatura les apasionaba. Además a nivel de
comportamiento no iban nada bien, todos los profesores se burlaban y se quejaban de su gran
inmadurez, hasta los demás alumnos se reían de ellos. Cada día, ir al instituto era un
sufrimiento y un gran esfuerzo por su parte.
Un día normal, en los pocos quince minutos que tenían de recreo, mientras estaban comiendo
un bocadillo de chorizo, se les ocurrió la espectacular idea de escaparse, pero antes de ello
pensaron en robar las meriendas y dinero de los demás alumnos y de los mismísimos
profesores. Por ello, pasadas las dos oras de clase, en el segundo recreo, mientras todos
estaban en el recreo ellos se quedaron en las aulas robando. En total consiguieron dos
bocadillos, cuatro zumos: dos de piña, uno de melocotón y otro de frutos del bosque, también
consiguieron en total más de cien euros. En menos de diez minutos ya se habían escapado.
Pasada una hora y sin recibir ningún mensaje en el móvil empezaron a pensar que nadie se
había dado cuenta de que se habían escapado. Dicho de otra manera, que a nadie les
importaba de su existencia y con más razón pensaron que hicieron bien en escaparse. Tenían
planeado coger el único tren que había en el pueblo y dirigirse a la ciudad. Pero antes de ello,
pensaron que sería mejor dar un vuelta por el pueblo y gastarse todo el dinero que habían
robado. Se gastaron los cien euros en mucha comida y en cromos del mundial de futbol 2010.
A ellos dos les apasionaba el fútbol aunque nadie les apoyaba, ni si quiera sus proprias
familias. Estaban muy felices porque habían conseguido lo que querían pero por otra parte el
hecho de pensar que a nadie les importaba que habían desaparecido les destrozaba por
dentro. Pasaban las horas y aunque ellos no lo quisiesen admitir esperaban el mensaje de
alguien, y fue en ese momento cuando de repente apareció una patrulla de policía, les habían
descubierto. Observaron que estaban sus compañeros, profesores y padres y que estaban muy
disgustados y por ello se dieron cuenta de que todo lo que habían pensado no era verdad, La
realidad era que llevaban oras buscándolos y que estaban todos muy preocupados. Además se
dieron cuenta que no recibían ningún mensaje porque no tenían conexión. Al final Fueron
todos juntos al bar y vieron juntos el partido de España. Así fue como Yanfri y Anuel se dieron
cuenta de que no estaban solos y que la gente se preocupaba por ellos.
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